Pruebas funcionales

Las pruebas funcionales de calidad del software son las más habituales (ningún software debería desplegarse sin haber comprobado, al menos, este aspecto) y se desarrollan a lo largo de todo el ciclo de vida.

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En función del momento y los objetivos de cada nivel de prueba, así como de las características del software, se pueden asumir diversas aproximaciones:

  • Pruebas de calidad del software unitarias: centradas en comprobar la funcionalidad de cada método o función. En metodologías ágiles y, en general como buena práctica, es cada vez más habitual su automatización.
  • Pruebas de calidad del software de integración: centradas en comprobar la respuesta adecuada para cada interfaz. Suele requerir conocimientos de la arquitectura de los sistemas (física o lógica).
  • Pruebas de calidad del software de sistema o de certificación: centradas en comprobar, desde una perspectiva especializada, la correcta respuesta de la aplicación a los usuarios. Estas pruebas suelen ser la antesala a las pruebas de calidad del software de aceptación, lo que requiere un grado adecuado de exhaustividad y el uso de técnicas ajustadas a la tipología de la entrega (tecnología, criticidad…). También es frecuente la automatización en este nivel de prueba.
  • Pruebas de calidad del software de aceptación: centradas en validar, por parte de los usuarios, la operativa prevista. Si bien pueden cubrir tanto apartados funcionales como no funcionales, los usuarios suelen centrarse, precisamente, en el tipo de prueba funcional.
  • Pruebas de calidad del software exploratorias vs pruebas formales: las pruebas exploratorias se aplican como complemento a las pruebas formales o en circunstancias concretas, tales como mala documentación, poco tiempo, mínimo mantenimiento esperable…

Un aspecto clave a considerar es el conocimiento del área de negocio -terminología, operativas tipo…-, necesario para obtener una calidad y cobertura adecuada aún en los casos en los que la documentación es insuficiente o su calidad es limitada. Los equipos de MTP disfrutan de un alto grado de experiencia en las pruebas de aseguramiento de la calidad del software funcionales en diversos sectores -Banca, Telco, Utilities, Seguros, Industria, Administración Pública…- y disponen de un alto dominio de las diversas técnicas a aplicar en su diseño.

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¿Cómo hacer pruebas funcionales de software?

Para realizar pruebas funcionales se requiere conocer los requisitos funcionales del aplicativo a probar.  El objetivo es comprobar que el software funciona acorde a esos requisitos, por lo que habrá que realizar el diseño y ejecución de los casos de prueba que sean necesarios para comprobar el correcto funcionamiento según describen los requisitos.

¿Qué son las pruebas funcionales de software?

Las pruebas funcionales de software son pruebas que se realizan a un aplicativo o programa informático para validar la funcionalidad que implementa.

¿Dónde hacer las pruebas funcionales?

Las pruebas funcionales deben realizarse sobre todo sistema software con objeto de validar su correcto funcionamiento. Lógicamente su importancia está relacionada con la criticidad de la funcionalidad que implemente el sistema.

¿Cuándo realizar pruebas funcionales de software?

Existen diferentes tipos de pruebas funcionales y cada una tiene su aplicación en determinadas fases del ciclo de vida de desarrollo y puesta en producción de los aplicativos. Tipos de pruebas funcionalidades en el software. Existen multitud de tipos de pruebas funcionales: unitarias, de integración, de sistema, de aceptación, de usuario, exploratorias etc.

Técnicas que se aplican en las pruebas funcionales

Las técnicas que se aplican en las pruebas software son muy variadas. Las más comunes son las técnicas de caja blanca-estructurales, técnicas de caja negra (partición de equivalencia, valores límite, tablas de decisión, diagrama de transición de estados.  Menos frecuente sería la técnica de causa-efecto.